domingo, 3 de junio de 2018

Emiliano Zastava


Mi  naciente colección de autos en 2008. 

¿Alguna vez se han detenido a pensar que algunos elementos de nuestro pasado, de los cuales nos deshicimos, con el paso del tiempo se convierten en el objetos de colección? Sería interesante poder tener un software (por no decir una bola mágica) que nos entregue una simulación de cómo será el futuro, y en este caso… poder determinar qué tan valorado será un auto en escala y su hermano mayor en 1:1.  

Quizás por eso,  desde hace varios días he estado maquinando lo que sería este post en ElColeccionistaDiecast; también recordé lo que escuché decir al coleccionista chileno Christian Moyano, en una nota que hizo 24Horas Noticias (TVN Red BioBío, de Concepción), en relación a que era lo que lo motivaba a coleccionar, en donde dijo :” Son, básicamente, conexiones que uno tiene desde niño con lo que se relacionaba con el trabajo de tu papá …son conexiones con momentos tu vida”. 

Conexiones, recuerdos, historias...es verdad. Un coleccionista de autos en escala tiene diversas motivaciones para hacer esto. Las mías son mas o menos las mismas que planteó Christian, aunque sé que desde niño aluciné con los modelos que aparecían en la serie de televisión “ThunderBirds” y con los autos en escala Burago que tenían la particularidad de mover las ruedas delanteras, tal como si fueran direccionales. Los autitos que tuve hasta ese entonces eran de escalas menores y no movían así las rueditas, junto con ello pasaba jugando con ellos en las jardineras que había en el patio ( me pasaba horas y horas inventando viajes y aventuras.. qué manera de pasarme películas!)

Esta historia, o este post, está centrado en narrar el paso que tuvo por mi existencia un Zastava 750 LE del año 1981, color crema, el cual fue comprado por mi madre y con el cual tuvimos innumerables aventuras y viajes, un auto pequeño que nos abrió un mundo de carreteras, parajes, y gentes. Lamentablemente no tengo fotos de aquel auto, comprenderán que en los 80s tener un cámara fotográfica era como tener un Iphone de una generación anterior al mas nuevo, hoy. Asi que no tenía cámara… y si la tuve, no se me ocurrió sacarle fotos al auto por que no se me pasó por la mente que treinta y tantos años después me iba a poner a escribir un blog sobre autos en escala ( insisto en mi teoría del Software para adivinar el futuro). Pero, lo que sí haré será comentar mi encuentro fugaz con un auto de estos, acaecido a comienzos del 2018.

Zastava

Fue en 1985, Febrero.. tal vez, no recuerdo con mayor precisión la fecha, en que mi madre tomó la decisión de comprarse un auto. Así llegó a comprar un Zastava 750 LE (1981) de color crema ( los papeles indican que era beige), dos puertas, motor en la parte posterior, tablero negro. En ese entonces, la placa patente era IJN-066 ( qué memoria!). Los parachoques delantero y trasero eran cromados, posteriormente le colocaron dos tacos de goma a cada uno de ellos, era algo que se estilaba  en aquel entonces.

Como dato adicional, les comento que este post estará ilustrado con una reproducción del Zastava 750 LE en escala 1/43 desarrollado por Cararama. Sé que no es 1/18, escala que colecciono, pero para esta instancia es válido tenerlo en cuenta para efectos descriptivos.

Zastava750 LE 1981, escala 1:43 Cararama
Recuerdo haber acompañado a mi madre a buscar el auto, y para llegar nos fuimos en micro hasta la zona de Recoleta (Santiago de Chile). LLegamos y el auto estaba afuera, estaban sacando las pertenencias de su dueña anterior, quien lo compró nuevo (era de una señorita que se llamaba Mireya -muy guapa, por lo demás- en el 85 yo era adolescente con 15 años.. un "pavo"). A mi madre le entregaron las llaves, los documentos y nos vinimos. Recuerdo haber visto a mi madre feliz con su auto, llegaba a silbar mientras manejaba y yo.. disfrutaba de "nuestro" primer auto.


Zastava 750 LE, escala 1:43 Cararama



El auto era super agil en su andar, incluso lo sentía como si fuera una liebre ( pariente del  conejo, por la forma en se se escabullía y se metía entre micros y otros autos, comentario aparte, mi madre siempre fue una excelente conductora, muy buena para calcular espacios y maniobrar con precisión de acuerdo a sus reflejos, hoy sigue igual) me sentía cómodo y seguro sentado en el asiento del copiloto, claro que iba "amarrado" con el cinturón de seguridad. Frente a mi, un tablero ( o torpedo, como le quieran decir) tenía una especie de manilla de goma, para poder sujetarme, mas abajo había una especie de repisa en donde se podían dejar cosas. No tenía guantera como los autos tradicionales, asi que en ese espacio se dejaban los documentos u otros artículos


En aquella época yo era delgado, no tenía las "dimensiones físicas" que poseo hoy, así que cabía sin problemas en el auto, aunque como era ( soy) largo de piernas andaba sentado casi como un Buda y si quería colocarlas un poco mas estiradas, mis rodillas chocaban con la "especie" de guantera que tenía el auto. El auto tenía radio casete AM/FM y los parlates iban atornillados sobre los espacios interiores generados por las cunas en donde iban las ruedas, en esas protuberancias estos parlantes, que tenían una carcaza plástica negra, solían ser pasados a llevar con los pies cuando uno se subía y se acomodaba en el auto. Pero era un detalle.

Otra de las cosas que me llamaba la atención del auto, era el "sapito", o el sistema para tirar agua al parabrisas delantero , era una especie de botón de goma ubicado debajo del tablero, al centro. Se presionaba este botón de goma y saltaba agua al parabrisas "puit - puit! ( algo así sonaba).


El tablero de instrumentos era sencillo de entender. En el centro estaba el velocímetro, el cual indicaba que el auto tenía una máxima de 120 Kilómetros por hora ( creo que alguna vez mi madre alcanzó  velocidad "warp"  con nosotros adentro, una vez que viajamos a La Serena); al lado derecho del velocimetro estaba el indicador de carga de combustible y al lado derecho un testigo que indicaba la temperatura del motor, en el centro de este testigo, había un "led" ( ¿qué, un led en 1986?, claro.. como el auto venía del futuro...) una ampolletita roja indicaba cuando el motor estaba "re-calentuso".


Vista posterior

Vista Motor Zastava 750 ( fuente :internet)


Un día, no sé por qué, pensé en ponerle nombre al auto. Y de pronto se me ocurrió ponerle "Emiliano", Emiliano Zastava. Curioso, pero hubo una época que solía asignarle algún nombre a las cosas. Creo que le puse Emiliano, ya que haría juego con Emiliano Zapata, uno de lo máximos representantes y  líderes de la revolución mexicana (1910 -1919). Quizás, el nombre no tiene nada que ver con el auto, pero en esos años yo leía mucho sobre historia ( como no tenía televisor en mi dormitorio, leía libros, así de Simple).


Por varios años me encargué de la limpieza de Emiliano Zastava, lo lavaba, dejaba sus cromados brillantes, con pasta de zapatos  dejaba los neumáticos como nuevos, lo mismo que la gomas del interior. Con lustramuebles lo dejaba brillante..." los vas a gastar" me decían los vecinos cuando me veían limpiándolo, pero yo era feliz. Hacía todo con tal de que el auto se viera impecable.

Con ese auto hubo innumerables viajes, salidas familiares, era ideal  para salir en invierno ya que como  el motor estaba en la parte posterior, con sólo mover una palanca que estaba bajo los asientos traseros el auto se calefacionaba inmediatamente ( de ahí inventé la expresión " hijitus fritus", por que cuando mi madre ponía la calefacción y nosotros íbamos atrás... se nos calentaba el trasero... era casi como estar sentados en una sartén con aceite caliente.... ) 

No los voy a latear mas con las aventuras que tuve en este auto. Hay algunos temas que aún no puedo comentar, pero sí les diré que en este auto es en donde tuve mis primeras experiencias en conducción, nunca tuve un problema.

Años después, tal vez a fines de 1989 o comienzos de 1990 Emiliano Zastava se fue, con su nueva placa patente CK-9451. Mi madre lo vendió y compró otro auto un poco "mas auto", un Charade.   

En 1991, mientras yo comenzaba con mis primeras experiencias laborales, me encontraba en  Antofagasta (1.340 Kms hacia el nore de Santiago). Un día X,  en que regresaba a Santiago para comenzar a estudia, tomé un taxi colectivo para ir al terminal de buses, íbamos por las calles de esa ciudad cuando de repente me dio por mirar por el vidrio trasero del taxi, lo que vi me hizo sobresaltar, detrás nuestro Emiliano Zapata nos seguía.  Creo que exclamé algo asi como "No puede ser!!, el conductor me pregunto que era lo que pasaba y le conté lo del auto, el tipo me dijo algo así como " el mundo es pequeño", luego volví a mirar atrás y vi que Emiliano Zastava giraba a la izquierda mientras yo seguía mi rumbo. Luego de este encuentro, nunca mas lo volvi a ver.

Ha pasado mucha agua bajo el puente, pasaron los años y los recuerdos quedaron.  A veces me pregunto qué será de ese auto, si está operativo o talvez convertido en latas oxidadas... vaya uno a saber.


El encuentro del recuerdo

En Diciembre del 2017, mientras me encontraba  en Viña del Mar, nos topamos con un Fiat 600, bellamente mantenido, un clásico. Estas son las imágenes de ese auto:



Fiat 600 ¿? y el autor.









Este automovil, aparenta ser un fiat 600 de 1967 -1970, preparado por Giannini Automobile Spa, quien era un preparador de autos, generaba modelos "especiales" tomados directamente desde Fiat. D



Mencioné "aparenta", por que no es un Fiat. Es un Zastava 750 LE de 1980 maquillado como Fiat. Bueno, eso es lo que indica su registro. Bello auto, en todo caso.Si se fijan en el volante, tiene una Z en el centro ( bocina).. es un Zastava.

En los 80s, eran un autito más, como será que en 1984 los Zastava eran vendidos en una cadena de tiendas chilenas llamada HITES, el auto se podía comprar con crédito ahi mismo. Personalmente fui a una de esas tiendas, en Santiago Centro, para ver las condiciones de compra de esos autos, hasta me acuerdo del nombre del vendedor, David Izikson ( yo le dije "Deivid" haciéndolo mas gringo, pero el tipo me dijo.."No. Es DAVID".

Hoy, los Fiat 600 y los Zastava 750 son considerados piezas de museo, asi que si Ud tiene la oportunidad de ver uno de estos, acuérdese de Emiliano Zapata y los Hijitus fritus.



Algo así era el Zastava 750 LE, sin parrilla  en el techo ni luces halógenas frontales





Hasta la próxima!!



UPDATE:

Aprovechando los elementos tecnológicos disponibles, obtuve mayor información sobre Emiliano Zapata. Deliberadamente he borrado nombres y logos por un tema de seguridad.


Según ese informe, el auto tuvo un cambio de color. Originalmente era "Crema" o "Beige" y aquí aparece inscrito como "Rojo Burdeos"


El propietario que aparece al comienzo de este archivo, es mi madre. Ahi aparece indicada la fecha de compra y posterior venta del automóvil y los dueños posteriores que tuvo.

Según este informe, el auto tiene su revisión técnica vencida hace....mas de catorce años!!!.

Aquí hay información sobre el cambio de color del auto, claramente aparece que fue solicitado en Antofagasta, lo  cual calza con mi relato de cuando lo vi en 1991.



Tal como lo indica el informe, el Zastava no tiene permiso de circulación vigente, es decir, no puede circular por el país. Tal vez, los mismos catorce años en los cuales aparece sin revisión técnica vigente ( otro requisito en Chile para que un automóvil circule por el territorio nacional) es el tiempo que ha estado sin patente. Por otro lado, considerando que la última propietaria aparece con veintitantos años como dueña, sin haber existido más movimientos, me llegan a plantear la teoría de que el auto ya no está en operaciones. ¿Qué le habrá pasado?


Todo esto me lleva a pensar que Emiliano Zastava se perdió. Tal vez está convertido en chatarra, tal vez no quede nada de su estructura, tal vez esté por ahí tirado en algún patio o en algún taller, vaya uno a saber.

Supongo que así es el ciclo de vida de los automóviles. Sea como sea, para mí fue especial.






No hay comentarios:

Publicar un comentario