domingo, 13 de enero de 2019

Tucker 48. Cuando los sueños pueden ser posibles.


Enero 12, 2019. Han pasado varios meses desde mi último post en este blog. EL motivo de mi desaparición no fue por carecer de ideas, o por no tener nada nuevo que contar; al contrario, tengo una larga lista de ideas para escribir, fotografías que compartir y datos que entregar. La atención a temas de trabajo y largas jornadas diarias me pasó la cuenta y no accedí a blogspot.

Hoy estoy aquí, en pleno verano, escribiendo estas líneas que pretenden contarles una historia relacionada con sueños, perseverancia y frenesí por conseguir metas para lograr lo inalcanzable. 

El inicio de la leyenda.

Pienso que uno de los momentos históricos importantes para Estados Unidos, en el siglo XX, fue el haber participado en la Segunda Guerra Mundial, con un alto costo en vidas humanas, altos costos económicos e industriales que, una vez obtenida la victoria en ese conflicto armado, se vieron favorecidos al quedar sólidamente consolidados como potencia económica, política e industrial. Ello llevo a muchos a generar emprendimientos y perseguir sus ideas con tal de lograr una quimera. 

Es el caso de Preston Tucker (nacido en Michigan, 1903) quien desde pequeño tuvo admiración por los automóviles; ya en su época de adolescente modificaba motores, utilizando su ingenio autodidacta, tema que lo llevó a tener varias posiciones laborales relacionadas con automóviles. En su juventud estuvo a cargo de la mantención de automóviles policiales a los cuales les aplicaba lubricantes modificados ( tema ilegal que le costó el puesto) y posteriormente trabajó en empresa como vendedor de autos de lujo, lo cual lo llevó a tener una muy buena posición como gerente de tienda. En 1935 se unió con otro emprendedor Harry Miller, genio en motorizaciones deportivas, para fabrican en conjunto autos de carrera., les fue bastante bien hasta la que Miller falleció en 1943. 

Pese a este infortunio, Tucker tomó sus cosas y avistando la necesidad que tenía en país en materia de defensa, inventó, desarrollo y presentó un proyecto de vehículo terrestre blindado ligero de combate que tenía una torreta en parte superior trasera, tipo burbuja, para el gobierno de los Estados Unidos, el cual alcanzaba 185 km/h, excediendo muchas de las especificaciones originales. El vehículo fue rechazado, sin embargo, la torreta fue comprada por el US Army tuvo y un éxito enorme en su aplicación en lanchas de asalto, y en bombarderos como el B-25, B-29. Ahí le dio con el palo al gato. 

Después de la Segunda Guerra Mundial, y ante el cese de producción de material bélico, el gobierno norteamericano comenzó con una fuerte campaña de inversión interna (traducido en créditos), para darle tiraje a los emprendedores pequeños para permitir y generar una economía interna más sólida. Ante ese escenario, la industria automotriz que hasta ese entonces producía vehículos de transporte militares, tuvo que comenzar a modificar sus líneas de producción, contratar diseñadores. Otros, pensaron. ..”¿ y si yo hago automóviles para el pueblo norteamericano?”. Tucker, en vista de esta coyuntura económica, dirigió una de las primeras OPI (Oferta Pública Inicial), proceso que atraviesan las empresas que abren su capital a la Bolsa, vendiendo parte del mismo en forma de acciones y logró recaudar US$ 17 millones (US$ 175 millones actuales) 

Si me gusta y me sirve, lo compro.

Como Preston Tucker ya tenía un buen colchón financiero, contrató a ingenieros y diseñadores, para (según su pensamiento) producir un automóvil potente, muy seguro, fuerte y espacioso donde pudieran viajar cómodamente 6 jugadores de fútbol americano. 

Algunas cosas de las que diseñaron funcionaron, como la suspensión independiente en las cuatro ruedas, pero el motor que habían escogido, era un dolor de cabeza… pese a que tenía un sistema de refrigeración por aire (por ello el auto presenta unas rendijas en los tapabarros traseros, en el borde de ataque), no era capaz de dar las prestaciones que Tucker quería. Es así como tuvo que probar otro motor, un Franklin también refrigerado por aire, que producía 166 HP, en vez de los 88 HP del motor inicial. Tucker lo colocó en uno de sus vehículos, cambió el sistema de refrigeración por uno con agua, radiador normal, y lo hizo funcionar 150 horas continuas; con ello demostró lo fiable que era. 

Motor del Tucker 48 basado en tecnología Franklin

Lo curioso es que este motor había sido hecho por Franklin para helicópteros (Bell 47 Sioux y otros Hiller) y  ya tenía pedidos de muchos motores para helicópteros para cuando  fue comprada por Tucker en US$ 1.8 Millones ( hoy equivaldrían a casi US$ 18 millones ).En ese mismo momento, Tucker  anuló todos los pedidos aeronáuticos para asegurar el aprovisionamiento de motores de su proyecto automotriz. 

Nota: Quiero comentarles que la propiedad de Franklin Motors estuvo en manos de la familia Tucker hasta 1961 (Tucker falleció en 1956), año en el que se la vendió a Aero Industries, que restauró el nombre de Franklin Engine Company. Varios años después, en 1975, el gobierno polaco compró la compañía y la trasladó a Rzeszów, primero con el nombre PZL-Franklin y luego simplemente PZL-F. 

Tucker, para asegurar también el aprovisionamiento de acero para su proyecto de automóviles, quiso comprar dos compañías acereras, pero no tuvo éxito en ello. 

Lo nuevo. 

Otra de las invenciones o aplicaciones que se desarrollaron fueron los frenos de disco, inspirados en el diseño de los que se utilizaban en algunos aviones, mostraron poca eficacia y el sistema tuvo que ser reemplazado por los tradicionales tambores. 

Por otro lado, la caja de cambios automática fue diseñada por el mismo equipo que diseñó para Buick la transmisión Dynaflow, claro que la solución para Tucker (Tuckeramatic) era más sencilla, menos piezas; además era más fácil realizar el desmontaje de la caja para reparaciones. 

¿Qué innovaciones presentaba el Tucker 48? Veamos algunas: 

· Panel de instrumentos acolchado 


· Botones de mando fabricados con materiales no tan rígidos y ubicados detrás del volante únicamente al alcance del conductor y para evitar lesiones a los ocupantes. 

· Cinturones de seguridad, (posteriormente no los colocó ya que algunos asesores argumentaron de que el comprador pensaría que estaba comprando un “auto peligroso”). 



· Carrocería era muy aerodinámica, coeficiente .28; contaba con 4 puertas Las traseras abrían hacia atrás, para permitir un mejor acceso y salida del vehículo .


· Las puertas estaban inspiradas en las de los aviones, el marco superior estaba algunos centímetros “metida” hacia el techo. Esta disposición permitía que los pasajeros no se golpearan la cabeza al entrar en el auto. 



· Un tercer foco estaba ubicado en la par frontal sobresalía un tercer faro central, que se utilizaba en carreteras de montaña, este foco se encendía automáticamente cuando el vehículo giraba 10º. 

- En caso de choque frontal, los parabrisas delanteros salían disparados, evitando con ellos que los pasajeros se golpearan contra los vidrios.

La debacle y fin del sueño 

Conforme pasaban los meses y luego de varios retrasos en el proyecto, los fondos para continuar con la compañía comenzaron a escasear. Tucker gastó una millonada en publicidad de tal forma de publicitar el lanzamiento del Tucker 48 en los medios. Es así como en 1947 lanza al mercado el automóvil, claro que en una especie de show en el cual el auto mostrado tenía muchas fallas (incluso el motor sonaba mucho ante lo cual Tucker solicitó a la orquesta que estaba en el evento que tocara más fuerte). 

La necesidad de dinero fresco llevó a Tucker a buscar más financiamiento para continuar con el trabajo de desarrollo, e ideó un plan de fidelización de “futuros clientes” y comenzó a vender franquicias a los futuros concesionarios, y comercializó accesorios Tucker (radios, maletas para viaje y tapicerías para los asientos) con la premisa de que con esa compra esas personas estarían en un lugar privilegiado en las entregas de los primeros autos. Tucker logró su objetivo pero esto despertó las sospechas de la SEC, Comisión de Bolsa y Valores​​ de Estados Unidos, quien investigó a Tucker e hizo una intensa auditoría a sus operaciones junto con un juicio por presunta estafa. 

Junto con ello, y para peor, la investigación y los sumarios fueron filtrados a la prensa, haciendo hincapié en ciertos aspectos del trabajo de producción del coche que no funcionaban, como el que el automóvil no tenía marcha atrás (retroceso) 

Hubo un juicio público, pero Tucker salió airoso. Nunca se pudo demostrar que lo que la compañía estaba realizando era delito (había un vacío legal al respecto) asi que fue declarado “no culpable”. 

Sin embargo, el daño ya estaba hecho. El público no respondió, y los acreedores cayeron en picada contra Tucker, quien tuvo que declararse en quiebra y cerrar todas sus operaciones. 

Tucker llegó a fabricar 51 automóviles Tucker 48, de los cuales hay en perfectas condiciones de operaciones 47 unidades. En Chile no hay ningún Tucker, pero el más cercano está en Brasil, en Cacapava ( Sao Pablo), claro que uno de sus anteriores propietarios cometió la aberración de colocar la carrocería Tucker 48 sobre un chasis Cadillac 47 perdiendo con ello la planta motriz original del auto, y muchas características técnicas. Hoy está en un museo de esa ciudad pero, francamente, no es lo mismo. 

Tucker hoy 

En 1989 mi madre me llevó al cine. La película “Tucker, un hombre y su sueño” (dirigida por Francis Ford Coppola y protagonizada por Jeff Bridges) la cual trataba sobre la empresa de Tucker para llegar a producir el modelo Tucker 48. La película en sí, me gustó, sobre todo por los autos que aparecían (con los años supe que varios de los Tucker que ahí aparecían eran carrocerías de fibra de vidrio montadas sobre autos Ford… pero no se nota), desde ahí siempre recordé la “marca” y con los años cuando comencé a convertirme en coleccionista Diecast, tuve como meta tener un Tucker en escala 1/18, situación que hoy es una realidad. 

La compañía Tucker como tal desapareció, y la marca fue comprada por Los derechos de la marca Tucker, fueron comprados por Peter Dun, un hombre de negocios propietario de Dun & Bradstreet (s una compañía estadounidense dedicada al suministro de información comercial, riesgo y financiera de empresas que sigue activad al día de hoy). Tengo entendido que los blue prints (los planos) de los modelos Tucker y su diseño hoy son propiedad de la GMC, quien vende licencias de uso y una de ellas fue arrendada por Yatming (o Road Tough) para producir el modelo del Tucker 48 en escala 1/43 y 1/18; también cobraron licencia por este modelo al desarrollador diecast Kyosho. 

Con los años y el paso de generaciones, tengo que comentarles que uno de los nietos de Preston Tucker y sus hijos Mike y Sean( a la razón, bisnietos de Tucker) formaron una empresa con un emprendedor norteamericano llamado Rob Ida, quien construye desde el año 2001 versiones del Tucker 48, pero con motorizaciones modernas y tecnología actual; esta empresa se llama “Preston Tucker LLC”, Sociedad de responsabilidad limitada en USA,( www.tuckercorporation.com) y se dedican a preservar la memoria de Preston Tucker, fabrican partes y piezas para los Tucker existentes ( tienen los moldes y planos que son herencia familiar), memorabilia, poleras, etc. Les ha ido bastante bien, ya que los Tucker en USA, pese a haber pocos autos originales, son objeto de culto. Aunque es raro, algunas veces suelen aparecer algunos Tucker originales en venta. En el año 2012, Barret Jackson (especialista en venta de autos clásicos norteamericano) adjudicó un Tucker 48 en más de 2 millones de dólares.

Tucker Diecast 


El modelo que aquí les presento, fue desarrollado por la extinta compañía Yatming (posteriormente conocida como Road Tough) que en el 2013 cerró sus puertas para siempre.


Esta reproducción fue hecha en el 2004 (si se preguntan cómo es que sé el año en la cual fue hecho este modelo, descubrí que en una de las lengüetas de la caja, aquella de mayo tamaño que pega completamente la caja, viene impreso un código de producción, y ahí aparece el año). 

Si bien es cierto, tiene las imperfecciones típicas de los modelos diecast de bajo costo, por ejemplo la presencia de “patas de perro” para los movimientos de capots y puertas, ausencia de “vidrios” en las puertas, y otros detalles…puedo comentar que el modelo Yatming no tiene muchas diferencias que con el realizado por Kyosho. Este último si tiene muchas ventajas, como rejillas transparentes, piso alfombrado, y algunos cables en el motor. Pero no tanta la diferencia. El Kyosho no lo tengo, pero vi un video en youtube


Vista del asiento trasero, con la puerta abierta.


Vista posterior del modelo.


Portalmaletas frontal, modelo 1/18.

Portamaletas frontal, Tucker real.



Tucker real vendido por Barret Jackson en US$ 2.910.000 (2012)


Venta en Barett Jackson



Y para concluir...

Algo está pasando con mi orientación como coleccionista Diecast. He comenzado a descubrir la belleza y la historia en los automóviles de los años 40s; hasta hace un mes atrás mi horizonte estaba centrado en vehículos que van desde 1955 en adelante, pero algunos acontecimientos me han puesto en la mesa estos fantásticos Diecast que son representantes de una historia poco conocida. Ello me llevó a escribir este post, a investigar, a documentarme y construir una historia para este blog.



Sé que algunas veces suelo escribir en extenso, pero es parte de mi acervo como coleccionista el conocer la historicidad y no sólo ser un acaparador de modelos ( que, dicho sea de paso, no puedo tener muchos autos, producto de mis actuales reducidos espacios).

Dentro de la documentación que tengo, hay varias fotografías del Tucker 48 desde todos los ángulos posibles y ya tengo en mente hacer un SAMSART con este diecast, es decir, mejorarlo con detalles maquetísticos como colocarle piso alfombrado, mejorar detalles interiores, etc.

Espero que este post haya sido de vuestro agrado.




Hasta la próxima